¿Está el futuro de las ferias del arte en internet?

¿Está el futuro de las ferias del arte en internet?

El coronavirus ha alterado el mapa de las ferias internacionales de arte contemporáneo. Algunas, como ARCOlisboa se cancelan. Otras como JustLX se posponen. Basel Hong Kong demostró que la web puede ser un aliado. ¿Cómo lo ven ellas?

Detalle de la última edición de Estampa en Ifema

La cancelación a principios de febrero de Basel Hong Kong, la filial asiática de la gran feria suiza, dio la voz de alarma. El coronavirus también venía para alterar el calendario de grandes eventos artísticos (que no solo se ha llevado por delante ferias, sino también bienales como la de arquitectura de Venecia). El efecto dominó no se hizo esperar: Art Dubai, Maastricht, Sao Paolo, eliminadas de un plumazo. Otras, como Basel-Suiza y sus satélites, saltan a septiembre, aunque ya veremos… ARCO’20, en Madrid, se salvó por los pelos. Su filial lisboeta no ha podido soportar el golpe y hace unos días anunciaba que renunciaba a celebrar edición en mayo, como estaba previsto.

«Lo importante ahora es asegurar la salud de galeristas y visitantes», explica Maribel López, su directora. Nadie puede además predecir en qué nivel de la pandemia o el desconfinamiento nos encontraremos de aquí a un mes, pero lo que se impone cierto escenario en el que el distanciamiento social será una máxima. ¿Se puede celebrar una feria de arte en esas condiciones?: «Esa es una de las razones que nos ha llevado a preferir cancelar a retrasar la edición –confiesa López–. Lo que a toda feria le interesa generar es un contexo en el que los amantes del arte se encuentran y comparten experiencias. Eso este año es arriesgado».

Un momento en ARCOlisboa 2018

JustMad, la otra feria española con sede en Lisboa, sin embargo, no renuncia a celebrar edición portuguesa este año, aunque tenga que ser en septiembre y casi solapándose con Basel o el Gallery Weekend de Barcelona, por citar algunos eventos: «Es inevitable. Todo se está trasladando a otoño –piensa Semíramis González, su responsable artística–. Afortunadamente, nuestro aforo no es el de ARCO o el de nuestra feria en Madrid. JustLX es una feria pequeñita, poco masiva, que además tiene lugar en un entorno industrial de tamaño considerable. En este caso, nuestras necesidades se convierten en virtudes».

Otro problema vendrá, y las ferias ya se lo plantean, si se impone también un aforo máximo para los eventos de masas. «Entonces tendremos que empezar a pensar si restringimos el paso a las mismas –se sincera González–, es decir, si se da prioridad a los coleccionistas y compradores frente a un público general, que lo tendrá mas difícil para entrar. En el fondo, lo que las galerías persiguen en un ámbito como este es vender. Pero de una forma natural a este tipo de restricciones es a lo que tendemos todas las ferias cuando hablamos de “profesionalización”».

Una manera de democratizar y garantizar «el acceso» sería el salto a Internet. De hecho, a versiones webs es a lo que están tendiendo algunas firmas para seguir dinamizando el mercado (como Taipei, que aunque celebró edición en enero, se vio muy afectada en ventas y visitantes por el coronavirus, y que ahora pone en marcha «Conections» en la web); o para demostrar que siguen «activas» hasta que llegue su próxima oportunidad (como Sao Paulo).

Un momento de JustLx el pasado año

Fue lo que hizo la misma Basel Hong Kong en febrero, en una edición virtual en la que participó la galería española Sabrina Amrani: «En realidad, lo que organizó la feria no fue una edición digital, aunque se ha terminado por entender como si así fuera. Lo que hizo Basel fue crear una versión on line de sus “view room”, esto es, salitas que tú puedes alquilar en sus ediciones físicas para recibir a un comprador de forma más discreta. Suelen servir, en el mercado secundario sobre todo, para mostrar virtualmente piezas, un picasso, un rothko, que por su naturaleza o envergadura no te puedes llevar contigo». Lo que generó la feria asiática, tras su cancelación, fue un repositorio para que todas las galerías que iban a participar en su cita mostraran de forma también privada sus contenidos.

«Si te soy sincera, no fue un gran éxito para nosotros. Y es un sistema que aún tiene que mejorar cuestiones. Por ejemplo: no había forma de medir cuántos visitantes entraron en nuestro estand, aunque Basel anunció que recibió más de 250.000 visitas. La herramienta se tuvo que reconducir para tal fin con premura, pero no era sencillo navegar por ella y anulaba el componente de descubrimiento al que invita toda feria».

Sin embargo, Amrani no desecha el poder de las nuevas tecnologías aplicadas al arte:«También cuando hace diez años el mundo de la moda, marcas como Zara, empezaron a aplicarlas, se generaron suspicacias. Pero, opimizadas, las herramientas digitales pueden ser un buen aliciente para el sector. A ello se une que esta crisis está ayudando a que los profesionales del arte empecemos a verlas con menos recelos. Y traen cosas positivas, que han llegado para quedarse, como la posibilidad de generar debates o conversaciones sin estar presentes».

Web de la versión virtual de Art Basel Hong Kong

Para los que no quieren renunciar al elemento humano, ArteSantander es posible que sea la cita más cercana en la que pueda experimentar la creación plástica… Y estamos hablando de julio. Este 2020, la feria se retrasa una semana porque así lo hace el curso sobre coleccionismo que la Universidad Menéndez Pelayo organiza cada año junto al IAC y con el que tiene sentido que coincida: «Nos hace especial ilusión esta edición precisamente por eso, y es lo que nos anima a salvarla al precio que sea», confiesa Juan Riancho, su director. «Ahora bien: Me temo que esta va a ser una edición “muy española”, en el sentido de que el plazo de aplicación está abierto hasta mediados de mayo, pero no sabemos en qué condiciones trabajaremos en julio. Yo no le puedo garantizar a nadie, por ejemplo, que entonces se haya restablecido la posibilidad de viajar con normalidad».

Para este gestor, también galerista, lo digital no tiene sentido: «Somos una feria de proyectos, este año el modelo cumplirá diez años. Este formato no se percibe bien desde un ordenador».

De opinión similar es Chema de Francisco, responsable de Estampa, feria que también se retrasará un mes (de octubre a noviembre), pero por necesidades de Ifema, su sede desde hace unos años. El coronavirus sí que se ha llevado por delante su programa Colecciona, que reúne a amantes del arte con coleccionistas, que tendría que celebrarse en primavera: «Una de las propuestas de este año era meter a Susana Solano en la iglesia del siglo XII de Santa María de Bujedo de Juarros, cuya iluminación se iba a llevar a cabo con velas. ¿Cómo transmites esas sensaciones con un vídeo?».

ArteSantander en su edición de 2019

De Francisco recuerda el millón de euros que James Cohan invirtió en 2011 para poner en marcha Vip Art Fair, la primera feria en internet, «que no sirvió para mucho»: «Es posible que la web sea útil en otros mercados, para piezas de artistas que casi no necesitas verlos, que son una inversión en sí misma. La nuestra es una fería de cercanía, de afición por lo que haces. El contacto es básico». «La estrategia ideal –para Maribel López– es generar contenidos que finalmente acaben en el espacio físico». En esa línea trabaja ya ARCO, que días previos a sus convocatorias en Madrid o Lisboa colabora con la plataforma digital Artsy.

Quienes están a punto de participar en una feria virtual, Frieze-Nueva York, serán los Ponce+Robles, que también han visto cómo Art Lima pasaba de abril a septiembre: «Lo que tenemos que tener claro es que, en estos días de confinamiento, el arte es un buen cicatrizante para la herida que se ha abierto. Las redes sociales, las plataformas digitales nos estan ayudando a las galerías a seguir en contacto con nuestros artistas y coleccionistas. Nuestro ritmo de trabajo está siendo similar. Estamos participando en proyectos en los que los implicamos y son muchos los que nos confiesan que están aprovechando el encierro para disfrutar más de sus colecciones». La participación en ferias, físicas o virtuales, es un capítulo más. 

Estampa en 2019

Texto ampliado del publicado en ABC Cultural el 25 de abril de 2020. Nº 1.422

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