«No creo que pudiera ser una persona feliz trabajando en una oficina»
Francisco Hurtz se convierte en el primer artista internacional que recala en esta sección. Le avala un trabajo que en España descubrimos recientemente en Es Baluard y que se ocupa de aspectos de género. Él ya es de los que «Darán que hablar»

Nombre completo: Francisco Hurtz. Lugar y fecha de nacimiento: Sao Paulo (Brasil), 1985. Su cumpleaños es el 18 de abril. Residencia actual: Sao Paulo. Estudios: Artista autodidacta. Ocupación actual: Trabaja con el arte contemporáneo.
Qué le interesa. Estoy interesado en los siguientes conceptos: el cuerpo masculino, los roles de género, el hombre desnudo, la teoría «queer», el poder, la sumisión, la política, el sexo, la violencia y el vacío. Todos ellos forman parte de mi trabajo.

De dónde viene. Tengo en marcha un proyecto de «body art» por el que asumo cada uno de mis dibujos que se van tatuando en la piel de otros como una obra de arte original. Estos dibujos, una vez tatuados, forman parte de la vida diaria de hombres de diferentes partes del globo. Para mí es como una especie de exposición permanente si consideramos la vida como un gran museo. Individuos de Brasil, Canadá, Estados Unidos, Grecia, Alemania, Suecia y Malasia se han grabado ya parte de mi arte en su cuerpo. Y estoy deseando trabajar sobre el de algún chico español en breve. Estoy muy satisfecho con lo que este proyecto ha dado de sí hasta el momento.

Supo que se dedicaría al arte desde el mismo momento en que… Supe que tenía que dedicarme al arte desde que descubrí que no tenía talento para ninguna otra cosa. El arte me ha interesado desde que era un niño, desde que entre por primera vez en un museo. Me encanta la Historia del Arte, la filosofía artística, la estética y el arte contemporáneo. Servirme de todas esas fuentes para crear mi propio universo creativo y hablar de cosas importantes que deberían ser analizadas es algo totalmente alucinante para mí. No creo que fuera un chico feliz trabajando en una oficina con un empleo corriente.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? No abandonar es lo más extraño que he hecho en el ámbito artístico. Tengo treinta años y ser aún otro de esos «jóvenes creadores» es una mierda. Veo como mis amigos se casan, compran casas, viajan al Caribe en vacaciones, forman una familia… Y yo sigo aquí, con treinta años, siendo incapaz como artista de cuidar de mí mismo. Hace tres años yo era muy, muy pobre y no tenía otra ocupación. Hoy por hoy, me dedico exclusivamente a mi producción artística. Eso es francamente raro en el mundo del arte. Sobrevivir es en sí mismo lo más extraño que un joven artista puede hacer.
Su «yo virtual». Soy un gran usuario de Instagram, que utilizo como plataforma de estudio de las imágenes del día a día bajo una mirada artística. Utilizo Facebook para estar cerca de mis amigos, Twitter para hablar de tonterías y Grindr para practicar sexo con desconocidos. Mi blog personal es un perfil de Tumblr. Allí publico cada obra que voy acabando. Y estoy siempre pendiente de las actualizaciones en Facebook o Instagram de Jerry Saltz.

Dónde está cuando no hace arte. Soy artista las 24 horas del día, de forma que ni doy clases a otros, ni formo parte de un colectivo ni edito ningún fanzine o publicación paralela.
Le gustará si conoce a… Siempre me han seducido los dibujos de Jean Cocteau; las polaroids y pinturas de David Hockney; las acuarelas de Charles Demuth; la fotografía de Alair Gomes; toda la produción de Hélio Oiticica, como cualquiera de los proyectos de Santiago Sierra, Andy Warhol o Chris Burden. Hay algunos colegas con un trabajo excelente que me gustaría destacar. Es el caso de Thiago R, con una investigación fabulosa sobre arte sonoro, desde la que se ocupa del territorio y la política, y que creo que deberíais conocer. Su página es www.thiagoruiz.blogspot.com.br.

¿Qué se trae ahora mismo entre manos? Ahora estoy ocupado en un proyecto fotográfico con series de imágenes de hombres heterosexuales cazados en vestuarios, analizando la interacción erótica entre este tipo de individuos. Es como un trabajo de espionaje, ya que ellos no son conscientes de que estoy apropiándome de esas imágenes. Es francamente muy interesante descubrir cómo el «macho» brasileño trata de seducir al resto de individuos de su misma especie. De forma paralela, continúo desarrollando mi labor centrada en la pintura y el dibujo.

¿Cuál es su obra favorita hasta el momento? El tatuaje del pecho de un muchacho griego muy guapo. En él, una pareja de individuos apuntan con sus rifles a un grupo de individuos situados al otro lado de su pecho. Estoy muy orgulloso de esa obra. Dice mucho sobre la manera en la que la poética se construye en mi trabajo.

¿Por qué tenemos que confiar en él? Creo que no deberíais. Soy un buen artista pero una persona muy complicada que no busca agradar a nadie. ¿Estáis dispuestos a apostar por alguien así?
Texto publicado en la web de ABC Cultural el 29 de diciembre de 2015