«La familia Real. Al sol del membrillo»

Retratos “low cost” y “fast food” de la Familia Real Española

Lancé por redes sociales un reto a los artistas españoles: ¿Se puede componer un retrato de la Familia Real en 24 horas? Las respuestas fueron masivas, y los resultados, pese a la limitación del tiempo, sorprendentes. Estos ahora forman parte de una exposición en Facebook 

Julio Falagán, convertido en “Jean Falagán” ha tardado 200 años en culminar su obra

Veinte años ha tardado Antonio López en culminar su retrato sobre la Familia Real Española. Tanto, que finalmente tuvo que cambiarle el nombre a su lienzo por el de “Retrato de la Familia de Juan Carlos I”. Demasiado tiempo para muchos. Y porque precisamente la calidad de una obra de arte no se puede medir por las jornadas de trabajo dedicadas a la misma, desde mi perfil social de Facebook se me ocurrió el pasado miércoles –día de la presentación de la pintura del manchego dentro de la exposición El retrato en las Colecciones Reales (Palacio Real de Madrid)– retar a los artistas españoles actuales. La idea era sencilla, aunque muy ambiciosa: ¿Serían capaces de componer un retrato “low cost” (es decir, más barato que los 300.000 euros que recibió el pintor de Tomelloso por su lienzo al comienzo de su encargo) y “fast food” (o lo que es lo mismo: producido en un plazo no superior a 24 horas) de la Familia Real? La idea es que nuestros creadores se convirtieran por un día en pintores de Corte (y confección).

“Retrato muy real”, de Juan Francisco Casas

La respuesta por parte de estos no pudo ser más satisfactoria. Durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves, las cabezas de los artistas fueron un hervidero, y los perfiles en Facebook y Twitter desde los que se lanzaba la convocatoria,  puntos de encuentro en los que iba tomando forma este peculiar encargo. Un total de 40 artistas consiguieron cumplir los objetivos fijados y enviar sus propuestas en la fecha fijada. Los resultados dan lugar a una «regia» galería de «retratos de Corte», tan poliédrica como los estilos de los autores implicados.

“Retrato de Corte Teledirigida”, de Santiago Morilla

Y los ha habido de todas las generaciones: de consagrados como Ángel Haro (con un collage muy «torero») a jóvenes promesas como Edurne Herrán (que invita a unir los puntos para que compongamos nuestra propia Familia Real), Daniel Barceló, Iker Lemos o Rubén H. Bermudez. Llegados desde los más variopintos lugares del planeta (como el de Rosana Antolí desde el Reino Unido o el de Antonio Ortuño desde Estados Unidos). Y elaborados con las técnicas más variadas: abundan las reinterpretaciones del cuadro del manchego (Fernando Bayona, César Escudero Andaluz, Ana Arregui…), pero se cuelan disciplinas como el óleo (Yann Leto consiguió que su cuadro realizado ex profeso para esta iniciativa “secara” antes de las 24 horas propuestas), el dibujo y la ilustración (la distendida tarde de domingo de a lápiz de Josep Tornero o la ilustración muy a lo Luis Pérez Calvo), hasta la tridimensionalidad de Beatriz Lobo. Pese a que las cosas de palacio van despacio, todos los artistas han trabajado en tiempo récord, amoldando este peculiar encargo a sus narrativas personales.

Miguel Ángel Benjumea: “Familia Real low cost”

Así, Andrés Pachón (el primero en enviar) optó por la fotografía antropológica a la que nos tiene acostumbrados, y con su móvil narró la historia de una familia «real» –en minúsculas– a través de noticias publicadas en los medios en los últimos años. Julio Falagán y Juan Francisco Casas echan mano de toda la saga borbónica para sus obras finales. El primero, al apoyarse en un antiguo y falso lienzo barroco, admite haber necesitado «200 años para culminar su obra» y superar con creces el récord marcado por Antonio López. El segundo, fusiona los rostros de la Familia de Carlos IV de Goya con la del actual Rey. No son los únicos que tiran o se apoyan en «otros» para llegar a buen puerto. Line Arion se sirve del recurso velazqueño del espejo en Las Meninas y calza unas gafas a Felipe VI en las que se reflejan sus progenitores. El guiño duchampiano lo pone Miguel Ángel Benjumea, mientras que Daniel Silvo se acompaña de su hija para culminar su retrato a cuatro manos.

Line Arion: “Reflejo”

Pese a que la finalidad no fue nunca criticar a la Monarquía, sino la actitud del artista manchego a la hora de componer su cuadro, la actualidad se ha colado en los retratos de muchos de los artistas que se dejaron seducir por el reto. Así, elefantes aparecen en las aportaciones de Leto y Blanca Gracia. La Infanta Cristina es apartada del resto de la Familia Real en la composición de Celine Beslu. María Cañas se centra en lo extensa que es hoy la Familia Real, si contamos tercera generaciones. Que la vida de nuestros monarcas da para una película se trasluce del dibujo a rotulador de Fran Ramírez. Santiago Morillasustituye a sus dirigentes por mandos (de la televisión) desactualizados y Fermín Díez de Ulzurrun se queda con la familia que real(mente) le importa: su madre, su padre y su hija.

Andrés Pachón: “Familia “real””

Canalla siempre Raisa Maudit; ocupados en esos miembros de la Familia que se «han desvanecido» con el cambio de monarca, Amaya González Reyes, Nino Maza, Joan Codina… Junto a ellos, la comisaria de exposiciones Carlota Loveart metida por primera vez a artista; José Luis Serzo (con un dibujo “minúsculo” a boli para contar “una gran historia”), Manuel Antonio Domínguez, Antonio Fernández Alvira (y sus escenarios que se desmoronan) Olalla Gómez (que pinta “la Monar”), Estefanía Martín Sáenz (ocupada ya en la Familia de Felipe VI, como Ana Pastor y su estética zombi para una obra pintada con sangre de pollo)…

“Saber captar el instante”, óleo de Yann Leto

Con todas sus aportaciones decidí poner en marcha una exposición virtual en Facebook que puede seguirse en este enlace. Su título: La familia “real”. Al sol del del membrillo. Desde el primer minuto fue un éxito y funcionó como un viral. Tanto es así, que siguen llegando propuestas, que se suman a las existentes siempre y cuando cumplan las condiciones estipuladas de haber sido compuestas en 24 horas como máximo y ser un retrato de corte regio.

Edurne Herrán: “Hazlo tú mismo”

Por ello, una vez más tengo que destacar la generosidad absoluta de los autores españoles, que han hecho esto como divertimento y sin esperar nada a cambio, quitándose tiempo de su tiempo, el que no supo aprovechar Antonio López. Todos han demostrado poseer una creatividad inabarcable y chispeante. Y lo más importante: que son capaces de ceñirse a unos plazos -y muy cortos- y a unos presupuestos más que ajustados. Que lo tengan en cuenta los de Patrimonio, que aquí hay un filón que da para más de una muestra en Palacio.

“Esfumado Real”, de Amaya González Reyes

Texto publicado el 9 de diciembre de 2014

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