Libia Castro y Ólafur Ólafsson. «Tu país no existe». Gabinete Literario de Las Palmas

Castro y Ólafsson: si no existe, merece inventarlo

El Gabinete Literario de Las Palmas inicia nueva etapa apostando por el arte con un potente proyecto: el de la pareja hispano-islandesa Libia Castro y Ólafur Ólafsson

«Tu país no existe», de Libia y Olafsson en la fachada del Gabinete Literario

El Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria es una institución peculiar. Con más de siglo y medio de Historia (la sociedad se fundó en 1844 con el afán de «contribuir al progeso de la isla» sobre la sede de un teatro, el Cairasco, en homenaje a uno de los poetas más recordados en el archipiélago), cuenta con un emplazamiento privilegiado, en el barrio de Triana, con mayor visibilidad si cabe que el CAAM o la sala La Regenta en el de La Vegueta, y con una vinculación con el arte que le viene de lejos.

Allí, por ejemplo, se realizó hasta los años ochenta del pasado siglo una bienal local con cierto empaque, y, allí, la firma de un convenio con el gobierno regional que favorecía la promoción de la plástica contemporánea en Canarias (y que en Tenerife benefició a su Círculo de Bellas Artes) permitió una nueva edad de plata de las artes en el centro en el cambio de milenio.

Esa es la etapa de José Antonio Otero y Clara Muñoz al frente de sus programas artísticos, unos años (trucados como todo en este país por la crisis) en los que el Gabinete se especializó en la promoción de las nuevas hornadas de artistas, así como en la organización de exposiciones de arquitectura, a lo que se sumó una rehabilitación –la de Magüi González y Pepe Sosa– de este solemne edificio modernista que le dotó de una nueva sala expositiva en los sótanos. Allí se empezó a apostar por algo que ahora nos parece tan normal, y que no lo era tanto a comienzos del siglo XXI, como es la paridad en los contenidos.

Performance de «Cut-up Indeterminate Anthem» en la inauguración de la muestra

Dos de esos artistas emergentes que pasaron en esta etapa por el Gabinete Literario, el colectivo PSJM (conformado por Cynthia Viera y Pablo San José), que celebraron allí su primera individual en las islas en 2004, son los que desde 2018, gracias a una nueva ayuda pública de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, asumen la labor como gestores de sus predecesores.

Uno de los cambios más significativos de su nueva «legislatura» ha sido la de denominar «sala de arte social» al ámbito en el que han desplegado hasta ahora sus propuestas: «Tenía sentido en tanto en cuanto este lugar siempre quiso conectar con la sociedad, estos contenidos interesaron especialmente a Clara Muñoz, y son algo que está muy presente en nuestro trabajo como creadores –explican–. Creemos que el resultado ha dado pie a un espacio híbrido, de capital privado (las cuotas de los socios), pero con un apoyo público, que nos diferencia de cualquier otro centro de arte por su filosofía, al menos en España».

Tras un primer año en el que PSJM ha comisariado allí interesantes talleres y proyectos colectivos como Biotopías, de trasfondo ecologista; Es personal, luchando por la igualdad real entre hombres y mujeres en el arte; o La Hoya Horizontal, el primero de todos, el cual implicó la participación por vez primera en la sala de los colectivos ciudadanos y asociaciones de vecinos (aprovecho para explicar al lector que su nombre deriva de otro de los barrios de la ciudad, el de Hoya de la Plata), la Sala de Arte Social del Gabinete Literario inicia una nueva senda.

Olaffson y Castro entre los PSJM en la Sala Clara Muñoz

¿Recuerdan esa rehabilitación de comienzos de los dosmiles de la que les hablé antes y que dotó a este señorial inmueble modernista de un nuevo ámbito en el sótano? Pues bien, este es ahora la sede definitiva de la Sala de Arte Social que, desde el pasado mes de diciembre, lleva el nombre de Clara Muñoz, a modo de homenaje, que apuesta ya de manera incontestable por las buenas prácticas («con una programación estable en la que todo el mundo cobra por lo que hace, se fomenta la producción de nuevas obras y se optimizan recursos teniendo además en cuenta el impacto medioambiental de nuestras acciones», nos describen), por la paridad y por la internacionalización del centro y sus propuestas.

Es por eso que se ha optado por la pareja conformada por Libia Castro y Ólafur Ólafsson para ilustrar la filosofía de los futuros proyectos, «con creadores que nos resulten cercanos, con los que compartimos intereses y a través de cuya boca hablamos también nosotros». Esta pareja hispano-nórdica, artistas de Manifesta 7 y que en 2011 representaron a Islandia en la Bienal de Venecia, comparte con los PSJM su gusto por los asuntos políticos y sociales en un mundo globalizado.

El título de su propuesta, Tu país no existe, incide aquí con toda su ambigüedad (y con la forma de un neón en la fachada) en un tema tan candente como el de los nacionalismos, resultado de una propuesta para Estambul en 2003, en aquellos meses en los que las acciones de EE.UU. en Irak propiciaron los lemas del «No a la guerra». La respuesta de esta pareja fue esta pieza con la que denunciaba no sentirse escuchada y, por tanto, representada, y que, con el tiempo, se ha desplegado en diferentes medios y formatos (lo hizo también como neón en el pabellón islandés en Venecia) en función del contexto en el que se ha ido exponiendo.

«Illusion Woman»

Aquí, en Canarias, el nuestro, nos puede remitir a la «república» catalana; a una sociedad europea en la que las decisiones se toman en Bruselas; a una realidad política en la que las coorporaciones tienen más voz que los parlamentos… Pero que también tiene muy en cuenta lecturas más sutiles, como el hecho de que el Gabinete Literario se ubique en la misma plaza en la que se levanta el hotel Madrid, aquel en el que se alojó Franco la noche antes de volar en el Dragon Rapid desde las Islas a Tetuán en 1936. En todos los casos, «tú país no existe».

La misma filosofía se muestra en las dos potentes obras que se despliegan en las salas. De un lado, Cut-up Indeterminate Anthem, que crea móviles, como los de Fluxus o Calder, suspendidos del techo, con fragmentos de himnos nacionales o regionales (sí: también está el canario o Els Segadors), y que va creciendo cada vez que se muestra, asumiendo el del lugar que lo expone. Este gran himno frankenstein fue interpretado por músicos el día de la inauguración. El resultado, impredecible y aleatorio, es ahora la banda sonora de la sala, y entronca con toda la tradición conceptual canaria, de ZAJ a Concha Jérez.

El último ámbito aloja el vídeo Illusion Woman, sobre la situación socioeconómica del mundo tras la crisis financiera de 2008: «Es el año 2016 –narra en él la actriz australiana Michelle Myers–. 62 personas poseen la misma riqueza que la mitad del mundo. […]. Los 62 multimillonarios que poseen la misma riqueza que la mitad del mundo podrían caber en un autobús de dos pisos. Solo tengo una pregunta: ¿quién conduce el autobús?». Su protagonista parece pintarse la cara, mientras habla, con ciertas formas tribales, preparándose para la guerra, pero en realidad es un guiño a las dazzle paintings (inventadas por un artista), empleadas por el ejército británico en la IGM para el camuflaje de sus barcos. De ahí el doble juego del «illusion» del título: una mujer que «vive en una ilusión» (el vídeo recoge además su imagen reflejada en un espejo), pero también una mujer ilusionada, que cree en el poder de la masa, en un cambio posible, que, por otro lado, y como no puede ser de otra manera, será feminista y femenino.

Boceto del neón «Tu país no existe» en la fachada del centro
Libia Castro y Ólafur Ólafsson. «Tu país no existe». Gabinete Literario de Las Palmas. Sala de Arte Social Clara Muñoz. Plaza Cairasco, 1. Comisarios: PSJM. Hasta el 13 de febrero

Texto ampliado del publicado en ABC Cultural el 25 de enero de 2020. Número 1.409

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