Lo que se puede esperar de ARCO 2023

ARCOmadrid se quita la máscara a orillas del Mediterráneo en 2023

La feria, que celebra su 42 edición en dos semanas, lucha por regresar a las cifras pre-pandémicas de ventas y visitantes. Sus responsables transmiten «el deseo de estar» de las firmas internacionales, que aumentan

Justo el día que cae la obligatoriedad del uso de las mascarillas en el transporte público en España, quizás el último recuerdo de la pandemia en el ciudadano medio, ARCOmadrid dejaba caer el velo que ocultaba la naturaleza de sus contenidos para su 42 edición, la que se celebrará en Ifema entre el 22 y el 26 de febrero.

El escenario ha sido el auditorio de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, (el viernes tocará la Fundación Miró en Barcelona), en esa antigua caja de caudales en la que se ‘han recluido’ voluntariamente distintos agentes del arte (galeristas implicados en buena parte), ‘partners’ y patrocinadores, para escuchar desgranar a su directora, Maribel López, las propuestas de una entrega que persigue volver en número de visitantes (unos 90.000) y cifras de venta (datos que jamás aporta la feria; ya le cuesta dar los de su presupuesto) a los resultados pre-pandémicos, en la que ha podido ser la rueda de prensa más deslucida de los últimos años de la cita, con su responsable acompañada únicamente del director del recinto ferial madrileño, Juan Arrizabalaga.

A este último le ha correspondido en buena parte desglosar en cifras la edición que se nos viene encima en dos semanas –pabellones 7/9, 211 galerías, 36 países representados–, organizadas en torno a tres ejes: «A ARCO le corresponde apostar por grandes galerías internacionales, elegir proyectos de gran nivel artístico y desplegar un programa potente de coleccionistas», ha declarado el portavoz de Ifema. «Solo apostando por un alto nivel en los contenidos, atrayendo a los mejores profesionales, se podrá posicionar la feria, lo que redunda en el posicionamiento de Madrid en el circuito internacional y la atracción de un turismo cualificado a la ciudad».

Tras su alocución, le ha tocado el turno a López, en solitario, sin el arrope de los habituales comisarios nacionales e internacionales encargados de los distintos ámbitos curados de la feria y que en otras ocasiones se disputan el micrófono por enunciar las bondades de sus propuestas. Ni uno solo en Madrid, pese a que son muchos: Julia Morandeira (que repite) y Yina Jiménez Suriel en Opening, el sector de las galerías de menos de siete años; Manuela Moscoso, y Mariano Mayer, que se aferra al ámbito de las galerías latinas, bajo el título este año de ‘Nunca lo mismo’ (lo que suena a ‘excusatio non petita’…), cita de Osvaldo Lamborghini como una reflexión sobre el acto de crear. Y Marina Fokidis (que se apoya a su vez en Bouchra Khalili, Hila Peleg y Pedro G. Romero: ojo a los ‘pregones flamencos’ diarios que ha preparado este último) en ‘El Mediterráneo: Un mar redondo’, como la principal novedad de este 2023.

«Frente a ediciones en las que nos hemos ocupado de un país determinado –explicaba la directora– miramos ahora hacia un ámbito geográfico para pensarlo y ver qué podemos aportar». La elocuencia de su título remite, en sus palabras, en este mar tan cercano, «a un lugar no jerarquizado, una plaza, un ámbito de encuentro, también a las vueltas de una bailaora de flamenco». López no descarta que, en función de las expectativas que genere, ‘Mediterráneo’ pueda convertirse en sector fijo de futuras entregas.

Y la razón de la soledad de la directora en su presentación, la ausencia de otros interlocutores, puede deberse a una de las claves de esta edición, expresada por sus responsables: el deseo por volver a posicionar la feria, a convencer sobre todo a las galerías internacionales de que había que regesar a Madrid, lo que ha retrasado hasta tres meses las decisiones finales del comité de selección (que falló no en junio, sino en septiembre) y que hace que ahora se siga trabajando a contrarreloj, con cuestiones que caen del programa (como el Encuentro Internacional de Museosque organiza desde hace años el Museo Reina Sofía) o que se retrasan sine die.

«Desde que comenzamos a preparar esta entrega –admite Maribel López– hemos notado cierto ‘deseo por estar’. Por eso subimos desde 200 galerías, número testado para que haya un equilibrio entre oferta y demanda, a 210» lo que implica que crezca la presencia internacional (hasta el 66 por ciento de la tarta, de la cual, el 21 por ciento lo acapara Latinoamérica), «protegiendo la escena nacional».

La responsable de ARCOmadrid ha defendido la doble naturaleza de la feria –comercial y de institución cultural–, apoyando tanto sus contenidos culturales (el refuerzo de ArtsLibris como feria dentro de la feria para iniciar a coleccionistas desde los libros, los foros, el regreso del catálogo en papel o todo el programa de exposiciones paralelo que se despliega en la ciudad), hasta sus aspectos más ‘pecuniarios’, como los premios o un programa de invitados «como nunca antes se había visto», que traerá a la capital a más de 400 coleccionistas, «sin compromiso de compra». Un ‘mar’ (o plan) redondo. ‘Siempre’ lo mismo.

ARCOmadrid 2023. Ifema. Pabellones 7 y 9. Madrid. Avenida del Partenón, 5. Directora: Maribel López. Https://ifema.es/arco-madrid/. Entradas: entre 20 (estudiantes) y 40 euros. Del 22 al 26 de febrero

 

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