La galería Espacio Mínimo cumple veinticinco años

Veinticinco años al máximo

La temporada galerística que hoy arranca en Madrid es la número 25 para Espacio Mínimo, la firma de Luis Valverde y José Martínez Calvo que nació en Murcia, y que, en dos décadas y media de vida, ha ensanchado con creces sus límites

Jose Martínez Calvo y Luis Valverde, propietarios de la galeria de arte Espacio Mínimo (Fotos: Ernesto Agudo)
Jose Martínez Calvo y Luis Valverde, propietarios de la galeria de arte Espacio Mínimo (Fotos: Ernesto Agudo)

No es por casualidad que Liliana Porter haya sido la artista elegida por Espacio Mínimo para arrancar con ella su vigésimo quinta temporada. Un aniversario redondo. La creadora argentina ha caminado junto a los directores de este espacio desde prácticamente sus inicios, cuando la galería lidiaba con el exiguo espacio de una antigua portería y un cuarto para las escobas. De ahí su nombre. Sin embargo, este Espacio Mínimo de Luis Valverde y José Martínez Calvo pronto demostró –una vez más– que los tamaños no importan y explotó dando lugar a uno de los proyectos artísticos más sólidos del panorama español, pionero en algunas cuestiones, como en el salto a los mercados latinos y asiáticos o su asentamiento en Doctor Fourquet. Con ellos desgranamos esta andadura.  Continuar leyendo «La galería Espacio Mínimo cumple veinticinco años»

Abraham Lacalle, el artista sin fetiches ni torres de cristal

Para este pintor, la obra podría realizarse en cualquier espacio. No en vano, él cuenta con un segundo taller, una iglesia desacralizada en Oropesa, en el que reparte las tareas. En Madrid, lo comparte con otros cuatro creadores en Doctor Fourquet

Abraham Lacalle en su estudio en Madrid (Fotos: Ignacio Gil)
Abraham Lacalle en su estudio en Madrid (Fotos: Ignacio Gil)

«Lo bueno de compartir estudio –explica Abraham Lacalle– es que generas un espacio de diálogo. Se crea un ámbito afectivo en el que nada tienen que ver los lazos generacionales o idiológicos. Compartimos el silencio del trabajo y el ruido de la charla. De hecho, estoy en contra de la idea del artista encerrado en la torre de marfil. Me supura. O el pensamiento de que somos seres especiales que nadamos en nuestra individualidad. No es cierto. Lo que sí que es verdad es que compartes con los demás sin saberlo, casi sin haberlo pensado, en la deriva de tu propio interés personal». Continuar leyendo «Abraham Lacalle, el artista sin fetiches ni torres de cristal»