Arte y verano, una vacuna efectiva contra la despoblación rural
La experiencia del confinamiento y la calidez de sus ritmos seduce con volver al campo al ámbito artístico

Explicaba Josep Pla que ‘parar la fresca’ (expresión no ya catalana, sino genuinamente ampurdanesa: ‘tomar el fresco’ en castellano) es esa costumbre estival de sacar en los pueblos la silla a la calle cuando el sol empieza a caer y, así, pasar el rato: «‘Parar la fresca’ tiene pretensiones modestas, echar una cabezada bajo el firmamento, ignorando la maravilla que el cielo nos ofrece, los sonidos que emanan del atardecer, del calor estival». ‘Parar la fresca’ es el nombre del proyecto con el que tres galerías de Barcelona –Bombon Projects, Joan Prats y Nogueras Blanchard–, trasladan el arte contemporáneo precisamente al Ampurdán del escritor catalán, un entorno idílico, de ritmos más sosegados que los de la ciudad, y de gran tradición cultural.