Textos sobre arte contemporáneo, arquitectura y diseño de Javier Díaz-Guardiola publicados semanalmente en ABC Cultural y otras publicaciones del sector
La galería española Moisés Pérez Albéniz se muda (por unos días) a Nueva York
La firma madrileña se transforma en «pop art gallery» para mostrar estos días el trabajo de sus artistas residentes en la Gran Manzana. La galería apuesta así por formatos que amplíen la rigidez del modelo tradicional de negocio
Fachada de la galería en Nueva York
Es una idea que llevaba tiempo rondando en la cabeza de los responsables de la galería Moisés Pérez de Albéniz y que, desde la semana pasada, se ha hecho realidad realidad. El nuevo proyecto expositivo de esta firma madrileña supera sus límites físicos en la calle Doctor Fourquet para dar el salto a la Gran Manzana, donde, por unos días, la marca cuenta con una sede en la que desarrollar sus exposiciones. Continuar leyendo «Moisés Pérez Albéniz apuesta por las fórmulas de «pop art gallery»»
Regresamos a Nave Oporto para recorrer los espacios de los artistas que nos dejamos por conocer en la anterior entrega: los de FOD y Miki Leal, los artífices del proyecto, y los de Irma Álvarez-Laviada, Toni Ramón y Manuel Saro
FOD, trabajando en Nave Oporto (Fotos: Oscar del Pozo)
No detallamos, en la primera aproximación a Nave Oporto que realizamos la semana pasada, el contexto en el que se inserta este peculiar estudio de nueve artistas, que le han dado por completo la vuelta a lo que era una antigua nave industrial. Porque el barrio madrileño que le da nombre, al sur de la ciudad de Madrid, se ha convertido en polo de atracción de creadores en la capital. Aquí cerca abrió su nuevo taller, coincidiendo con ARCO, el pintor José Luis Serzo, y hasta aquí nos desplazamos con anterioridad en otra entrega de «De Puertas Adentro» para conocer el ámbito de trabajo de Julio Falagán y los compañeros con los que comparte espacio. De hecho, ya está cerrado que, una planta más abajo de Nave Oporto, pronto desembarcarán otros autores, entre ellos, Carlos Aires, Rafael Díaz o Alejandro Botubol, lo que transformará este edificio en una anténtica factoría del arte. Continuar leyendo «Nave Oporto, repartiendo ilusión desde 2013 (y II)»
Bajo el lema de este titular, hasta nueve artistas (entre los que se encuentran Sonia Navarro, Miguel Ángel Tornero, Santiago Giralda y Miki Leal) comparten estudio en una antigua nave industrial del madrileño barrio de Oporto. Un espacio en el que la energía y creatividad se palpa en el ambiente
Integrantes de Nave Oporto, en Madrid (Fotos: Oscar del Pozo)
Puede resultar a primera vista muy caótico, pero las piezas de este puzle se fueron colocando poco a poco de forma armónica y sin generar estridencias. Nueve artistas trabajando en el mismo espacio y sin molestarse. Sus protagonistas –se los enumero tal y como salen en la foto para que ustedes les pongan cara: Sonia Navarro, Santiago Giralda, Irma Álvarez-Laviada, Manuel Saro, Miki Leal, FOD, Miguel Ángel Tornero, Belén y Toni Ramón– se refieren constantemente a la energía que genera la confluencia de tanta creatividad, a lo mucho que se aprende trabajando codo con codo con los otros: «Sobre el papel –explica Tornero– si tú le dices a alguien que va a trabajar en una antigua nave indutrial junto a ocho personas más, es probable que la idea no le parezca apetecible. Pero una vez que estás aquí descubres que estás en el lugar adecuado». Continuar leyendo «Nave Oporto: Repartiendo ilusión desde 2013 (parte 1)»
El festival de música SOS 4.8 de Murcia es uno de los más comprometidos con la creación artística. Su última edición incluyó un programa con vocación de continuidad para crear en el tiempo un museo de la luz al aire libre
Proyecto de Nico Munuera para el SOS 4.8
«Hágase la luz», debió decirse el SOS en la edición de 2016 que tuvo lugar a comienzos de mayo. Y la luz se hizo. Algo natural, por otro lado, en un momento como el actual, en el que todos son tinieblas, explican desde T-20 Proyectos, los responsables de su programa artístico este año. Hay que precisar que, desde su nacimiento en 2008, el SOS 4.8 de Murcia, el festival de música más madrugador de todos en España, ha apostado por la creación plástica. También por la sostenibilidad y por la reflexión y el pensamiento. En este último caso, su programa de charlas y conferencias se llama Voces y, para que entiendan su alcance, no hay más que repasar a sus invitados para ese fin de semana: Marc Augé, Isidoro Valcárcel Medina, Pedro Medina, Gonzalo Suárez… Hay que trasladarse a La Mar de Músicas -también en esta región- para encontrar una comunión tan estrecha entre música actual y arte en nuestro país.
En esta edición -la novena- del festival (en el que por los ecenarios del recinto ferial La Fica han pasado Manic Street Preachers, Love of Lesbian o The Big Moon, entre otros), el programa artístico abandonó sus instalaciones y se alió con el barrio en el que se desarrolla: «De los 75.000 asistentes que tiene el SOS, al final solo unos 4.000 terminaban acudiendo a sus citas artísticas -explican Carolina Parra y Nacho Ruiz, galeristas de T-20 y sus nuevos impulsores-. Con la nueva orientación, se amplía su público objetivo y además se hace a los vecinos del barrio en el que se desarrolla copartícipes de lo que está sucediendo. Es la primera vez que todo se ha consensuado con ellos», expresan.
Y esto es así, además, porque uno de sus platos fuertes, el que lleva por título Luz, tiene vocación de continuidad: «Luz es un proyecto de intervención urbana, pionero en España, que quiere dejar patente la implicación del festival con la ciudad, a la vez que influye en su estética«. Hasta ocho artistas murcianos ocupan otros tantos enclaves de las calles Luis Montes Pagán y Parroco Pedro Martín Conesa, las que marcan de alguna manera los límites del barrio de Vistabella y son las dos grandes avenidas de entrada al SOS, con piezas con lo lumínico como protagonista: «En un momento como éste en el que todo parece oscuro, la luz, que siempre es algo positivo, es la respuesta. Ysi te fijas, todo funciona así, hasta en el mundo virtual. Facebook es una inmensa oscuridad en la que cada uno de nosotros es una pequeña lámpara«, comentan los comisarios, que, además, no querían recurrir de nuevo al mural, que es lo fácil y lo cómodo cuando de arte urbano se trata.
Aportación de Isidoro Valcárcel Medina para «Luz»
Sobre la fachada del mercado del barrio, las aportaciones de Sonia Navarro y FOD. La primera, con Recorridos, ilumina el paseo que históricamente ejecutaban con sus pasos las mujeres para llegar a este lugar de abastos. El segundo se inspira en un recuerdo infantil y homenajea una estructura arquitectónica tan efímera como común en el sur de España como son los voladizos de uralita que él contempló durante años en la zapatería familiar. En la azotea de este mismo edificio, la única obra que no funciona con luz eléctrica, la de Nico Munuera, que es además la única pieza de día, que aprovecha los rayos de luz para «pintar» sobre la superficie de los inmuebles colindantes.
Completan el conjunto los trabajos de Sergio Porlán (que traduce los patrones alucinatorios de Cloubet a formas geométricas unidas por una línea invisible, a no ser que la naturaleza imponga sus ritmos); Juan Sánchez (un vídeo y un «símbolo», los titulados Juan 6:38 competían con la música del festival y la fachada de la iglesia ortodoxa de la ciudad, respectivamente); Isidoro Valcárcel Medina (y su oda a la luz apagada, con sus tres mazos de bombillas fundidas casi en su totalidad); Miguel Fructuoso (y su luminoso en el que el horror y la diversión, como en la vida, se sitúan a un mismo nivel); y Pedro Guirao (que ha colaborado con los vecinos para apadrinar una única farola, de la que pagará su consumo eléctrico durante 8 años. Una placa a sus pies lo recuerda).
La idea es que estas piezas permanezcan en sus lugares mientras los vecinos así lo dispongan. Aunque podrían cambiar de emplazamiento, mientras otras podrían unirse a ellas en años sucesivos, generando así un gran museo de la luz al aire libre.
Detalle del montaje de «Nave Oporto. Grandes éxitos», en T-20
El espíritu festivo continúa en T-20, sede de la galería de Parra y Ruiz. Hasta allí se traslada parte del espíritu de Nave Oporto, estudio de artistas del barrio homónimo en Madrid en el que, en términos artísticos, tampoco es que pase nada, pero en el que ellos se han convertido en imán para otros creadores en la capital. De alguna forma, pues, se hermanan dos vecindades en las que el arte tiene mucho que decir. Sus nueve integrantes, cada uno con su personalidad, han conseguido crear algo sólido. Y esa es la filosofía de la muestra colectiva Nave Oporto, que es además la primera participación colectiva de sus integrantes. Grandes éxitos es su título, en la que, en cadena, cada artista ha seleccionado una obra del siguiente, en todos los casos referidas a la música, la noche, la cultura de club… Como la «falsa» bola de discoteca de FOD (un elemento que también aparece en una foto de Miguel Ángel Tornero); el homenaje de Miki Leal al Modern Jazz Quarter (Toni Ramón se lo hace a Pearl Jam y su irónico rayo); los embalajes de Irma Álvarez-Laviada (llevados a los edificios por Manuel Saro, que recupera la memoria del Proyecto Dazzle de la Primera Guerra Mundial); los collages de Santiago Giralda, el patrón de la chupa perfecta para lucir en un concierto de Sonia Navarro y los restos de la fiesta (y el naufragio) de Belén.
Y juntos conforman una de las joyas de la expo: nueve «afiches» personales e independientes que juntos forman uno y que se regalaron durante los días del festival. Corran. Un cartel así (artístico o musical) no es fácil que vuelva a repetirse.
Pieza de FOD para «Luz»
Texto ampliado del publicado en ABC Cultural el 7 de mayo de 2016