El elogio de la diversidad de Olga de Dios
El año pandémico le ha servido a la ilustradora para reducir ritmos y dedicarse de lleno a la pintura. También para hacerse con su nuevo taller, en Madrid, que influye en sus resultados, los cuales se exhiben próximamente en Swinton & Grant

A Olga de Dios le gusta que la puerta del estudio quede abierta. A veces, por los materiales que usa, entre los que los esprays generan una particular banda sonora al ser aplicados sobre el papel o la madera, y con los que no le queda otro remedio si no quiere acabar intoxicada. Otras, porque la interacción con el vecindario le resulta agradable, una especie de toma de contacto con la realidad; una valoración rápida con lo que lleva a cabo por parte de miradas no expertas, en ocasiones, las menos prejuiciosas y las más limpias: «¡Yo no sé cuántas veces me han preguntado ya que si no podría dar clases a sus hijos!», menciona risueña. Continuar leyendo «En el estudio de Olga De Dios»