Vanessa Morata (Pintora)

Vanessa Morata: «Es toda una odisea hasta que finalmente te ves trabajando de esto»

La malagueña reflexiona acerca del mundo tan acelerado en el que vivimos, desde personajes animados que juegan con nuestra nostalgia. El consumismo entra en el hogar y estalla. Su pintura ya ‘da que hablar’

Nombre completo: Vanessa Palomo Morata (Vanessa Morata). Lugar y fecha de nacimiento: Málaga, 23 de julio de 1992. Residencia actual: Málaga. Formación: Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Málaga. Ocupación actual: Artista.

Qué le interesa. El trabajo que realizo es pintura a modo de collage, donde creo escenas interiores que, camufladas bajo una estética amable, hablan de nuestra sociedad de consumo.

Utilizo la acumulación de recortes de imágenes de revistas de interiorismo digitales, objetos de consumo que conviven con protagonistas de películas y series televisivas de nuestra cultura popular. Entiendo que vivimos en una sociedad globalizada donde el consumo forma parte de nuestros hábitos cotidianos.

El consumismo contemporáneo no se alimenta sólo de lo material, sino que la llegada de Internet nos abre un mundo digital casi infinito. No consumimos sólo cosas, consumimos también imágenes, muchas imágenes. Mi generación se encuentra entre lo analógico y digital. Crecimos con Disney, Doraemon, Oliver y Benji, Shin Chan, Looney Toons… Estas series y películas conforman un imaginario colectivo que son parte de la cultura visual contemporánea, cultura visual que compartimos y con la que nos identificamos: forma parte de nosotros.

El hogar lo utilizo como la memoria del individuo, un lugar donde nos recreamos desde la nostalgia. Esa nostalgia de querer poseer parte de nuestra infancia a través de esos personajes, a modo de coleccionables, junto con el afán de empoderamiento adquisitivo. Productos de consumo conviven con el imaginario colectivo infantil unidos en un mismo lugar.

Detalle de una de las obras recientes de Vanessa Morata V. M

De dónde viene. Además de en España, he expuesto en otros lugares como París, Filipinas, Hong Kong… Ahora mismo tengo obra expuesta en Glendale (California) con la galería Thinkspace, y en Roma (Italia) con Andrea Festa Fine Art. Destacaría la exposición en la Fundación Carlos de Amberes en Madrid del 32 Premio de Pintura de BMW en 2018, donde, entre más de 3.000 propuestas presentadas (de las máximas aplicaciones hasta esa fecha) escogieron a 30, entre ellas mi pieza. Y un proyecto reciente del que estoy muy contenta es haber expuesto con la galería Aishonanzuka (Hong Kong), donde he compartido espacio con Imon Boy (mi mejor amigo) y Julio Anaya (mi pareja). Los tres estudiamos en la misma clase en Bellas Artes y estar juntos en esta exposición ha sido muy significativo para mí, ya que ellos son mis principales referentes de profesión.

‘Nine Little Monkeys’, expuesta en ‘Generación agridulce’ (Fund. Carlos de Amberes) V. M.

Supiste que te dedicarías al arte desde el mismo momento que… Entré en la Facultad de Bellas Artes. Siempre he pintado y dibujado. Con 6 años hice mi primer cuadro al óleo. A los 10, mis padres me apuntaron en una academia de pintura y estuve dibujando y pintando al óleo hasta los 18 años, que entré en la universidad. Allí rompí mis esquemas en cuanto a la pintura, naturalista y tradicional, y fue cuando comencé a desarrollar algo más personal. Tras la universidad, he trabajado en diversos trabajos a la vez que producía, porque sabía que, en algún momento, mi carrera como artista comenzaría. Hasta que por fin te ves viviendo de ello, es toda una odisea.

Políptico para Adda Gallery

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Pues la verdad que en el ámbito artístico no he hecho nada muy raro a destacar. He tenido otros trabajos para sobrevivir mientras producía, como hacer retratos por encargo, ser diseñadora gráfica, babysitter, cajera de restaurante y doble de luces de la protagonista de una serie de TV británica-estadounidense. Aunque raro podría ser, quizá, haber impartido un taller de ‘pinta-piedras’ para una organización benéfica infantil, ya que era un ‘trabajo’ que yo ejercía con 10 años para ganarme unos duros y comprar chuches en el quiosco.

Detalle de la obra expuesta en la galería Andrea Festa

Su yo «virtual». Mi red social favorita es Instagram, que lo uso casi exclusivamente para mostrar mi producción, a excepción de algunas ‘stories’ más personales. Pero cuido mucho el ‘feed’ e intento subir fotos siempre que puedo, aunque muy espaciadas, ya que mi producción suele ser lenta. También tengo Facebook, Tik tok y Twitch, que lo uso para ver memes, cuando tengo algo de tiempo libre. He tenido anteriormente una web, pero me parecía mucha tarea ponerla al día y dedicaba más cuidado al ‘feed’ de Instagram que al final es lo que mejor refleja mi producción y es la red que interactúo con otros artistas. Sí que consumo mucho YouTube mientras pinto para oír a mis ‘streamers’ favoritos.

‘Cute Kittens’, para la galería Nanzuka

Dónde está cuando no hace arte. Hasta hace poco, he estado trabajando como diseñadora gráfica durante 3 años y medio en la agencia malagueña Credo, a la vez que compaginaba mi producción. Aquí siempre aportaba un granito de mi creatividad dentro de las pautas que pedían los clientes. En este equipo siempre me he sentido muy arropada y apoyada, ellos sabían (con mayor seguridad que yo misma) que acabaría dedicándome a esto tarde o temprano. Nunca he dejado de pintar, a pesar de trabajar en otros curros. Siempre he apretado mi jornada laboral para tener mi tiempo de producción, pero desde que fui mamá, y me comenzaron a llegar más proyectos, mi agenda artística comenzó a crecer, y tuve que decidir dejar el trabajo de diseñadora para dedicarme plenamente a, primero ser mami a tiempo completo, a la par que me dedico a la producción artística.

Obra expuesta en la galería ThinkSpace

Le gustará si conoce a… Desde la carrera, he tenido como referentes principales a Matthias Weischer y Dexter Dalwood. Realizan pinturas muy matéricas, que parten del collage y con gran variedad de lenguaje pictórico. Sobre todo me interesan los interiores.

De mi generación, destacaría a Miguel Scheroff. Es una maravilla de persona y tiene una maravilla de obra. Me encanta tanto la iconografía que usa como la forma en la que pinta o el uso que hace de la materia. Es un referente para mí.

Detalle de la obra presentada en Estampa 2022

Qué se trae ahora entre manos. Ahora mismo estoy produciendo para mi primera exposición individual en París con Adda Gallery. Será en junio de este año. También, preparando una colectiva en Los Ángeles con Thinkspace, galería con la que tengo programada un ‘solo show’ para 2024. Suelo producir varios cuadros a la vez por los tiempos de secado, ya que pinto al óleo y realizo empastes gruesos que deben secar bien antes de ser enviados. En estas fechas se pueden ver piezas mías en California, con galería Thinkspace, y en Roma, con Andrea Festa Fine Art.

Detalle de ‘Just What Is It That Makes Todays Homes so Alike- so Affordable’

¿Cuál es su proyecto favorito hasta la fecha? El proyecto más bonito que he hecho ha sido para Casa Sostoa, expuesto en verano de 2022, junto con Miguel Scheroff y Federico Miró, unos artistas a los que admiro. Pedro Alarcón supo, como siempre hace, escogernos a los tres para conjugar esta exposición llamada «Horror vacui», en la que reflejamos ese concepto, cada uno desde su lenguaje. Fue algo que se gestaba desde antes de la pandemia y que, por ésta, tuvo que posponerse. Que diera a luz ha sido todo un reto tras las escaladas y desescaladas, ya que Casa Sostoa se concibe como una casa-galería y ya no podían hacerse inauguraciones al uso como estábamos acostumbrados antes de la pandemia por ser una comunidad de vecinos. Así que, tras dos largos años de producción en la sombra, se pudo mostrar este ‘site-specific’, en el que represento multitud de elementos de la casa, y de artistas que habían pasado por allí, en una sola pieza compuesta por 66 lienzos, un total de 350 x 190 cm. en formato modular, la mayor que he realizado hasta la fecha.

Políptico para Casa Sostoa, en Málaga

¿Por qué tenemos que confiar en ella? Tampoco es que tengan que confiar en mí, porque realmente yo soy la que debe confiar en lo que hago, pero creo que aporto un punto de vista particular, en el que la gente se puede sentir identificada. Os invito a reflexionar acerca del mundo tan acelerado en el que vivimos, donde aparecen representados personajes animados que juegan con nuestra nostalgia. Tuvimos cintas de cassette, CDs, VHS, comprábamos revistas, escribíamos cartas. El televisor era una presencia fundamental en nuestros hogares y nos hizo compañía durante toda nuestra infancia. Me gustaría que estos cuadros os trasladaran a vuestra más tierna infancia donde podíamos pasar horas viendo dibujos animados sin importar nada más. En contraposición del mundo actual en el que vivimos, a golpe de ‘skroll’, donde todo es consumido, atiborrado.

Obra presentada al BMW de Pintura

¿Dónde se ve de aquí a un año? Pues me imagino en el mismo estudio. Trabajo desde casa y, siendo madre de una niña, aún tengo que compaginarlo con la crianza. Me veo trabajando mucho y con muchos proyectos fuera de España. Nunca creería que me vería en posición de rechazar proyectos, pero no doy a basto ahora mismo y tengo que seleccionar bien lo que hago para que mi producción no decaiga. Es importante mantener la calidad de la obra.

Defínase en un trazo.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? A Ricardo León, que estudió conmigo, y que tiene un trabajo muy interesante y personal. Es necesario que todos lo conozcan, si no lo han hecho ya.

Texto publicado el 13 de marzo de 2023 en la web de ABC Cultural 

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