Estupefacción e indignación en el arte ante las medidas adoptadas para el sector por el Gobierno

En el ámbito del arte, el Real Decreto y las declaraciones del Ministro siembran más dudas que aportan soluciones para los agentes del sector, a la vez que lo indignan y lo incendian

Obra de Cristina Lucas en el CAAC de Sevilla

Ya tenemos plan para la cultura del gobierno, una estrategia que ha tardado más de ocho semanas en llegar -no sin generar presión y descontento por parte del sector ante la inacción del ejecutivo en esta materia, que llegó a convocar un «apagón cultural» de día y medio-, y la «pedrea», casi una limosna que le corresponde al mundo del arte de la  partida de “ayudas extraordinarias”, que ascenderá a 76,4 millones de euros, ha provocado que las reacciones de sentido negativo no se hayan hecho esperar. 

Marta Pérez Ibáñez, presidenta del IAC (Instituto de Arte Contemporáneo) encuentra las medidas “desilusionantes”: «Partamos de la base de que tanto el documento como el ministro en su comparecencia hacen ahora mucho hincapié en el aporte de la Cultura al PIB. E incluso generan como una especie de ránking de sectores en función de ese peso, en el que se situaría en primer lugar el libro, en segundo el audiovisual, en tercero el arte y en cuarto las artes escénicas. Pues curiosamente, el Real Decreto le dedica todo un capítulo a este último ámbito del teatro y la danza, y unas pocas líneas a nosotros, pese a que se admite que nuestra incidencia en la economía es mayor». 

Pérez Ibáñez destaca además un párrafo -el que hace alusión al millón de euros que, según cita de forma literal, se destinará “para la promoción del arte contemporáneo, y en concreto para el desarrollo de proyectos de innovación digital que fomenten la difusión de las artes visuales, la creación artística, la comunicación, la difusión internacional y la adquisición de arte contemporáneo español”- que “ayer no estaba en el documento” y que genera total controversia: «La Comunidad de Madrid ya anunció hace unas semanas destinar medio millón solo a la adquisición de obras de arte, por lo que un millón para todo el país es insuficiente. A lo que se suma qué entienden por “proyecto de innovación digital”,  ya que casi parece que se va a premiar la comunicación on line o las labores de community manager”.

De opinión similar es Isidro López-Aparicio, portavoz de la todavía por acabar de constituirse Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo en España (plataforma que reúne a seis de las principales asociaciones del sector artístico, entre las que se sitúan, por ejemplo, la Unión de Autores, ADACE, MAV o el Consorcio de Galerías de España), que manifiestan sin medias tintas un “sentimiento de indignación ante la postura del Ministerio, que demuestra no comprender las necesidades del arte contemporáneo, destinatario del 0,8 por ciento del paquete de medidas extraordinarias de los más de 76 millones de euros de los que se dota a todo el sector, un millón destinado al “desarrollo de proyectos de innovación digital””: “¿Nos vamos a tener que pasar todos a los formatos digitales?” ironiza. 

Detalle de la galería The Ryder en Madrid

“Está claro que se sigue desconociendo al sector -expone López-Aparicio– y lo que es peor, lo dejan que se hunda en la miseria”. Para el también artista, «en el imaginario de estos políticos sigue prevaleciendo el mundo de las subastas o del artista multimillonario»: «Seguimos siendo un ámbito olvidado al que las ayudas transversales, por nuestra propia especificidad y precariedad, difícilmente le llegarán. Nosotros no tenemos ingresos continuados, ni podemos cotizar todo el año, pero sí que soportamos unos costes, un mantenimiento de estructuras -nuestros propios estudios- que no afectan a otros compañeros de la cultura».

Y es que López-Aparicio hace mención a las palabras especiales que José Manuel Rodríguez Uribes ha dedicado a actores de cine y teatro, también a agentes de la danza, a los que ha considerado como entre «los más afectados»: «Es un drama que no se pueda desarrollar una obra de teatro o grabar una película, pero el actor no acarrea con los costes de mantenimiento del teatro o los de producción de la grabación. Nuestros estudios y talleres nos convierten en “pequeños inversores”, lo que agrava aún más nuestras pérdidas», concluye. 

Tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ejecutivo, en boca del ministro, se mostró “muy satisfecho con este decreto” y aseguró que “llega en el momento oportuno”. Rodríguez Uribes reconoció que la cultura “es un sector especialmente dañado porque depende del público”, que también tuvo que admitir que la medida más urgente que propone la nueva norma es «la inyección inmediata de capital» puesto que las medidas tomadas por el ministerio hasta el momento “no han resultado tan eficaces como cabría haber esperado por no garantizar el acceso a la financiación y liquidez necesarios”, dando con ello la razón a las asociaciones del sector artístico. 

Detalle de la exposición de Calder y Picasso en el Museo Picasso Málaga

Las reacciones en redes tampoco han faltado. Entre los más críticos, el gestor Tomás Ruiz-Rivas: «Los destinatarios de estas medidas incluyen a los artistas visuales, las galerías de arte, críticos y comisarios, así como la dotación para compras de arte contemporáneo español a través de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura y Deporte. Es decir, para todos los artistas de España podemos contar con que a lo mejor nos tocan 100.000 euros a repartir. Si fuésemos sólo mil, serían 100 euros por cabeza. Incluso si fuésemos 10.000, serían 10 euros, que no está nada mal. ¡Estamos salvados!»

Texto ampliado del publicado en ABC el 6 de mayo de 2020

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