Aural, 1 Mira Madrid, Carabanchería, Galería Nueva… Nuevos estudios y galerías en la capital

Año viejo, proyecto nuevo

Ángel Marcos, Alberto Ros y Jesús Limárquez, miembros de Carabanchería (Foto: Ernesto Agudo)

Pese a quedarle pocos días en el calendario, el mes de diciembre se muestra propicio en Madrid para emprender nuevos proyectos. Lo demuestran Aural, 1Mira Madrid, Carabanchería o el nuevo Nave Oporto

Carabanchería: imagen con experiencia

A mediados de noviembre, el edificio de la avenida de Pedro Díez, 25, en Carabanchel, colgaba el cartel de «completo» con la llegada a su tercera planta de Carabanchería. Este será desde entonces el espacio de trabajo de Ángel Marcos, Alberto Ros y Jesús Limárquez, tres artistas hermanados no solo por su interés por la imagen sino también por compartir una dilatada trayectoria.

Y eso se trasmite en el nuevo local: «Queremos que este sea, ante todo nuestro taller, pero también que con el tiempo se transforme en un lugar de encuentro, de relación con la cultura contemporánea, paralelo al del mercado oficial. El edificio y el barrio en su conjunto dan pie a que así sea», explican sus artífices. Estos además persiguen que Carabanchería, por su propia naturaleza, su vinculación a la fotografía, la digital, pero también la analógica, de alguna manera «se transforme en un referente sobre la evolución de la disciplina».

A tal fin, su espacio, diáfano, en el que conviven los tres autores, cuenta con instalaciones de lujo para su desarrollo (un laboratorio analógico con su propia cámara oscura, zona seca y zona húmeda); cuenta con Ros y Limárquez, especialistas en técnicas históricas como el colindón húmedo o el carbón transportado; con equipos históricos decorando sus lugares de paso… «Hemos buscado un espacio ambicioso para desarrollar en él proyectos ambiciosos, que sea casi un hogar, para que se vinculara a lo nuestro que es casi un estilo de vida». En Carabanchería desarrollará cada uno de ellos su labor, a la espera de la «contaminación» entre los mismos, y con las puertas abiertas para colaboraciones con terceros.

Nuevos espacios de Carabanchería

Nave Oporto se expande

Seis años han pasado desde que, a ese edificio en el que ahora recala Carabanchería, llegaran los chicos de Nave Oporto para desplegar sus estudios sin barreras entre ellos, y de forma casi familiar, compartiendo desde el almuerzo hasta actividades conjuntas resultado de sumar esfuerzos.

En ese tiempo, algunas cosas han cambiado. La más evidente es su expansión, ya no sólo por la primera planta, sino también su llegada al sótano del inmueble: «Eso se ha debido fundamentalmente a que la salida temporal de algunos de nosotros para realizar residencias ha supuesto la llegada de otros artistas, de los que luego no hemos querido prescindir», cuentan Miki Leal e Irma Álvarez-Laviada, dos de los «históricos» junto a otros como FOD, Sonia Navarro o Santiago Giralda, a los que se les han ido uniendo creadores como Jimena Kato, Nicolás Combarro, Raúl Hidalgo, Miguel Fructuoso, Santiago Ydáñez, Marta Corsini (que llega desde Mala Fama, esto es, el piso de abajo) o Elvira Amor.

Otra, la adición también al proyecto de Campocerrado, lo que insta a la puesta en marcha de un programa de residencias internacionales con sede en su seno y en una doble dirección. Este sábado sirve para hacer las presentaciones, pero a puerta cerrada, porque este es otro de los cambios en el funcionamiento del espacio: «Hemos tendido a reducir los eventos en los que participamos para no desconcentrarnos en nuestro popio trabajo. De hecho, hemos incluido a una persona para que se ocupe exclusivamente de las labores de gestión. Ahora los concentramos en fechas concretas (ya es un clásico su invitación a un carajillo en los días de ARCO) o se realizan por invitación, para que cumplan su cometido, que es enseñar nuestro trabajo de forma cómoda, pero distendida».

Integrantes de Nave Oporto en su nuevo espacio en el sótano del edificio (Foto: Ernesto Agudo)

1 Mira Madrid. Salto con proyecto renovado

Una crisis personal o profesional puede dar pie a cambios interesantes. Sobre ambas cuestiones puede dar buena fe Mira Bernabeu: sobre lo primero, su reciente muestra en la galería T-20. En torno a lo segundo, y a la crisis permanente del mercado del arte en España , el cierre de la galería Espaivisor en Valencia, lo que da paso a 1 Mira Madrid, en Argumosa, 16, cerca del Museo Reina Sofía. Y eso que la firma valenciana se encontraba en su mejor momento (acababa de recibir el Premio Arte y Mecenazgo 2018 de la Fundación La Caixa): «Sin embargo -señala Bernabeu- nuestra situación personal había cambiado, nos separamos y era inviable seguir con el mismo proyecto. Aún así quería continuar como galerista, con los mismos artistas y filosofía de trabajo, y aprovechar para hacer un cambio. Era preciso hacer un parón y que hubiera un nuevo comienzo»

Su participación en Art Basel Miami con un potentísimo estand de Esther Ferrer («algo que guardábamos para una ocasión especial», confesaba) ha sido la última iniciativa de la galería con su antigua nomenclatura. Bajo su nueva denominación presenta desde hace unos días en lo que fuera una antigua tienda de fontanería, ahora totalmente remozada, un exquisito proyecto –casi retrospectivo, casi de museo– de la croata Sanja Iveekovic, una pionera del feminismo europeo, que deja claro por dónde irán los tiros del nuevo espacio (hablando de creadoras, hace unas semanas dábamos también cuenta de la apertura de Fahrenheit, en la calle Justiniano, que promoverá aquí el arte norteamericano, mayoritariamente femenino).

Los quince años a la espalda de la labor realizada por Bernabeu junto a Pep Benlloch y Míriam Lozano no caen en saco roto. Tan solo encamina sus pasos desde otra localización. «La mayoría de nuestros clientes están  en Madrid, incluso los internacionales. Y si nos ha ido bien en Valencia es porque el nuestro era un proyecto muy internacional». No obstante, y como broma, Bernabeu señala que ese «1» del nombre puede que sea el arranque de una nómina más amplia de espacios: «2 Mira Hong Kong, 3 Mira Dubai…». Estaremos atentos en su apuesta por cierto arte político y de componente social. 

Mira Bernabeu en 1 Mira Madrid


Aural: apoyando ahora los procesos

«Visiblidad» es la palabra que más repiten las galerías que se trasladan a Madrid desde la periferia. Aural lo hace desde Alicante, saltando a la zona de Chueca (Pelayo, 68), sin cerrar el espacio madre en la Comunidad Valenciana: «Es nuestra razón de ser –resume Begoña Deltell, su directora–, pero nos dábamos cuenta de que estábamos en un momento en el que había que transformarse en otra cosa. El panorama es el que es, Madrid concentra los eventos, a las grandes firmas, al mercado, a lo que se suma que buena parte de los artistas que representamos vive aquí».

El doblete facilitará a la firma seguir apostando por su programación habitual desde «la lejanía» (que no bajará su intensidad), mientras en la capital se apostará por proyectos «que se centrarán más en los procesos de los creadores». Prueba de ello es la exposición inaugural, desde el pasado jueves, centrada en el afán «recolector» del pintor Luis Gordillo de imágenes de prensa: «Su archivo viene de largo, no se confeccionó con afán artístico, pero sirve para entender cómo se posiciona ante la imagen, por qué las selecciona y cómo las integra en su imaginario».

Aural tampoco renuncia a seguir expandiéndose más allá de sus dos sedes: «Apostaremos por las colaboraciones con otras galerías –recientemente con NF– o el desarrollo de proyectos en otros espacios, como hicimos con Judtih Egger en Sala Equis».

Luis Gordillo y Begoña Deltell en Aural.Madrid (Foto: Isabel Permuy)

Juan Silió, Galería Nueva… El goteo continuará

El goteo de galerías hacia la capital no se para con estos nombres. Para ARCO tiene prevista su llegada la santanderina Juan Silió, pendiente del permiso que le habilite a intervenir la fachada de su nuevo local en Doctor Fourquet, 18. «Nos mudamos porque, fuera de los meses de verano, es muy complicado atraer la atención de los profesionales hacia nuestra ciudad. Pero no nos despegamos de ella porque el Centro Botín, el Banco de Santander llevándose allí su colección ahora en Boadilla, el Archivo Lafuente y la Fundación Enaire van a generar sinergias que harán de la ciudad un destino atractivo para el arte».

Así se pronuncia su responsable, que es otro que también tiene claro que «todo pasa por Madrid». Su galería ha hecho una inversión «de esfuerzo, tiempo y dinero» en una generación de artistas jóvenes que se va consolidando (como Miguel Ángel Tornero, con el que nos dará la bienvenida) «que reclaman presencia en Madrid, por lo que terminan fichando por galerías de allí».

Y estaremos atentos, porque en las mismas fechas y en la misma calle, Daniel Silvo prepara un nuevo espacio (Galería Nueva) para que las galerías de fuera puedan alquilar por semanas o meses un espacio en la capital, pero sin necesidad de tener una presencia permanente en ella. La política de las «camas calientes» (o cierto airbnb artístico) llega al mundo de las galerías. 

Detalle de los trabajos de rehabilitación en Galería Nueva (Instagram)

Texto ampliado del publicado en ABC Cultural el 14 de diciembre de 2019

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