Salidas de emergencia
Espacios como los recientes Noestudio, Rampa, Elba Benítez/Kvadrat y De La Calle son buenos ejemplos de que otros modelos de gestión galerísticos son posibles

Presupuestos exiguos, programas asfixiados por la crisis, instituciones que cierran, modelos de producción y exhibición obsoletos describen un panorama nada halagüeño para el arte en nuestro país. Es por eso que algunos de sus agentes –artistas, críticos, comisarios– han decidido coger el toro por los cuernos y buscarfórmulas alternativas que aporten aire fresco y permitan seguir desarrollando proyectos interesantes y de calidad. He aquí cuatro de ellos.
RAMPA.
Hace un par de años, cinco creadores de una generación anterior a la de los chicos de Noestudio (Teresa Solar, Karlos Gil, Antonio R. Montesinos, Quino Monje y Carlos Fernández-Pello, que hace poco incorporan a Silvia Cuenca, el sexto miembro) dedicen buscar un espacio de trabajo conjunto para compartir gastos. Desde el comienzo tuvieron claro que ese ámbito no sería el típico estudio de artistas, sino que «debía apostar por un modelo distinto, que ofreciera cosas al exterior y permitiera la participación de otros», explica Solar. Es así como echa a andar Proyecto Rampa, «un espacio no expositivo, sino de producción y discusión», en el que tienen lugar talleres y presentaciones, como la de Javier Fresneda.
El éxito les ha permitido crecer y cambiar de sede hace menos de dos meses: «Hemos pasado de la zona de Urgel a la deMarqués de Vadillo. Es solo una parada de metro. Seguimos estando en la periferia, pero el salto es muy significativo», prosigue Solar. De esta manera, Rampa pasa de los 90 m2 anteriores a más de 200, lo que ha facilitado la puesta en marcha de proyectos editoriales y programas de residencia, para artistas extranjeros (en abril llegará el primero, el colombiano Juan Duque) y madrileños. En palabras de sus resposables, el principal logro de Rampa –que se financia con las cuotas de sus asociados y una subvención de Matadero– ha sido «crear un tejido emocional y una red de trabajo»: «Ante todo, es un espacio social muy importante, un ámbito que Madrid necesitaba». C/ Fuenlabrada, 9 (Madrid)
NOESTUDIO.
Hace justo un año, Jaime de la Jara, Miki Leal y Jacobo Castellano–tres de los artistas españoles más destacados de su generación–, organizaban Sin título, una colectiva en una antigua sede bancaria en la Gran Vía madrileña en la que trabajaron junto a una veintena de creadores. El particular entorno elegido y el hecho de que sus integrantes colaboraran en él como si participaran en residencias hicieron pararse a pensar a sus responsables sobre modelos alternativos de gestión artística. El éxito de la iniciativa deriva ahora en Noestudio, un proyecto en el que se les une Abraham Lacalle. «Noestudio no es sino la reunión de los estudios de cuatro artistas y todo lo que su interacción genera –explica Lacalle–. Tenemos una sede, en pleno barrio de Salamanca y en lo que fue una antigua piscifactoría y más tarde almacén de papel, y muchas ganas de trabajar con otros artistas, con comisarios, con críticos, con gente del mundo de la literatura y la música, sin un programa concreto o cerrado». «Noestudio cubre una plataforma inexistente en España, se nutre de nuestra trayectoria y cuenta con total independencia de cualquier institución pública o privada», agrega De la Jara. «Cuando funcione al cien por cien, permitirá celebrar exposiciones, organizar talleres, desarrollar una línea de publicaciones y potenciar la residencia de artistas», incide Miki Leal. «No es una plataforma para proyectarnos nosotros –subraya Lacalle–. Nosotros ya tenemos galería. Y no queremos ser competencia de nadie. De hecho, estamos abiertos a trabajar con las galerías. Lo que queremos remarcar es que otros modelos son posibles».
Inspirado en el londinense Studio Voltaire y el mexicano Soma, se pone en marcha gracias a la altruista aportación de un coleccionista privado: «Paga el alquiler y proporciona el presupuesto para funcionar durante dos años. Después, tendremos que aprender a ser viables». Noestudio se dio a conocer durante ARCO con la colectiva Lo nunca visto, con obras inéditas, experimentos de su periodo de formación de, entre otros, Carlos Aires, Carlos Irijalba y Marc Vives, así como la presentación de su primer libro: el catálogo de Sin título. El escaparate, ahora intervenido por Diango Hernández, será ocupado cada dos meses por un artista. Sus promotores esperan poder mudarse en un mes, justo cuando se inicie su colaboración con Jugada a 3 Bandas. C/ Maldonado, 64 (Madrid).

ELBA BENÍTEZ/KVADRAT.
Cuenta Elba Benitez que la firma textil Kvadrat, capitaneada por el coleccionista Anders Byriel, y que trabaja con grandes nombres como Rafael Moneo, Olafur Eliasson o Thomas Demand, se puso en contacto con ella el pasado verano en la feria de Basel para poner en marcha un showroom en España con el que mostrar su proyecto: «Querían montar una galería al uso, pero han sido muy receptivos y han entendido que era mejor desarrollar este proyecto». La galerista se refiere a un programa de promoción de artistas jóvenes y fuera del circuito que se hace visible tres veces al año (ARCO, PHotoEspaña y la apertura de Artemadrid). La firma pone el espacio y produce la obra. La galería, toda la logística para acercar a los artistas a sus coleccionistas. La selección de los mismos se realiza enconvocatoria abierta y por parte de un comité de creadores vinculados a Benítez. La primera seleccionada ha sido la cubana Yaima Carrazana y suDating a Royal (hasta finales de marzo). «Lo remarcable de Kvadrat es que es un proyecto sin ánimo de lucro que busca la promoción de los jóvenes, a los que ayuda a darse a conocer, producir y vender su obra», concluye Benítez. C/ Valenzuela, 8 (Madrid).
ESPACIO DE LA CALLE.
Asegura la galerista Carmen de la Calle que el modelo galerístico tradicional está obsoleto. Por eso, su regreso al mundo del arte, tras su salida de Madrid en 2008, se hace con un espacio multidisciplinar, abierto a la ciudad (su Jerez natal), «para que esta lo sienta y lo haga suyo». En esta nueva aventura, De la Calle ha contado con el apoyo del arquitecto Manuel Ángel González Fustegueras. En su nuevo estudio en el espacio de unantiguo casco de bodega, ella ocupa la planta baja para convertirlo en «el mayor espacio privado de Andalucía», con sus más de 600 m2. La galería abre al público hoy con una muestra del también jerezano Cristian Domecq y «gran vocación de pedagogía», dice su directora. C/ Santo Domingo, s/n (Jerez de la Frontera).
Texto publicado en ABC Cultural el 10 de marzo de 2012