Ignasi Aballí. «Corrección». Bienal de Venecia 2022

 «Cometo más errores que aciertos. En Venecia se ponen al descubierto»

A finales de este mes de abril inaugura la 59ª edición de la Bienal de Venecia. Ignasi Aballí es allí nuestro representante. Su propuesta ‘corrige’ diez grados la posición del pabellón nacional

Aballí, en su estudio de Barcelona

Cuando Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) comenzó a trabajar sobre los planos del pabellón español en la Bienal de Venecia reparó que este está ligeramente desplazado respecto a los vecinos de Bélgica y Holanda. Ese error –palabra mágica para el catalán– se convirtió en motor y palanca. ¿Qué sucedería si lo girara 10 grados, lo necesario para situarlo en su sitio? El resultado, bajo el comisariado de Beatriz Espejo y el apoyo de AECID y AC/E, es un nuevo pabellón dentro del antiguo, y un catálogo que se desdobla y da pie a seis guías turísticas para descubrir Venecia de otra manera. Aballí vuelve a apostar por no hacer sino rehacer; por un gesto simple que obliga a una labor titánica. Inútil y absurda, con el contenido político que ambos conceptos tienen. Y da pie a miles de preguntas, reales y metafóricas, que planteamos con él. Continuar leyendo «Ignasi Aballí. «Corrección». Bienal de Venecia 2022″

Rafa Munarriz (artista)

«Siempre seré artista, pues siempre tendré la inquietud de cuestionar mi entorno»

El espacio urbano y sus contradicciones son la base del trabajo de Rafa Munárriz, a caballo entre la instalación y la escultura, que ahora entra en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Por estas razones ya «da que hablar»

«Selfie» de Rafa Munarriz para «Darán que Hablar»

Nombre completo: Rafael Munárriz. Lugar y fecha de nacimiento: Tudela (Navarra), 28 de marzo de 1990. Residencia actual: Madrid. Formación: Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Ocupación actual: Artista visual. Continuar leyendo «Rafa Munarriz (artista)»

Sugerencias regalos artísticos en Navidad

Tal vez ese regalo perfecto que busca esté en una galería de arte, la tienda de un museo o alguna de las iniciativas especiales que las fechas alumbran. He aquí algunas propuestas

Obra de Isabel Muñoz para la subasta solidaria de Blanca Berlín

Como cada año insistimos: una obra de arte o un objeto artístico se puede convertir en un buen obsequio navideño sin necesidad de desembolsar grandes cantidades. De hecho, no piense solo en una escultura o una pintura. Las posibilidades son infinitas: del catálogo de esa exposición que se habría llevado entera a casa a una suscripción a la asociación de amigos de ese museo al que seguro que volverá. De un objeto de artista a una entrada para tal o cual muestra. Les ayudamos en las pesquisas. Continuar leyendo «Sugerencias regalos artísticos en Navidad»

Caniche Editorial promueve las «Obras completas» de Guillermo Mora

Guillermo Mora indulta los libros olvidados de su biblioteca para el proyecto «Obras completas»

La iniciativa, una invitación de la editorial Caniche, se convierte en un reto para el creador madrileño, ya que se trata de su primera incursión en el ámbito del libro de artista

Una de las piezas de "Obras completas" de Guillermo Mora
Una de las piezas de «Obras completas» de Guillermo Mora

Nos ha pasado a todos, sobre todo a los «ladrones» de libros, a los que nos puede el ansia por poseer y acumular y no hemos caído en la tentación digital del e-book; a los que entienden el libro como un objeto venerable: títulos y títulos que se hacinan en las librerías personales, que cogen polvo y generan dobles y terceras filas ante la imposibilidad de volver a ellos o de tener el tiempo suficiente para tan siquiera ojearlos –u hojearlos– por primera vez. El artista Guillermo Mora (Alcalá de Henares, 1980), les ha buscado una solución.

Mora los señala con su dedo artístico e inicia la criba: «Libros que no entiendo; libros que llegaron a mis manos sin saber cómo; libros que compré para regalar pero nunca me atreví; libros que me regalaron sin conocerme lo suficiente; libros de un periodo de mi vida… Libros, en definitiva, de los que ya aprendí y que se cierran para no volverse a abrir». Estos volúmenes son los que han comenzado a abandonar los estantes de su librería para convertirse, manipulados, en la materia prima de la primera incursión de este autor en el ámbito del libro de artista.

Porque, «Obras completas», título de la propuesta, nace de una invitación de la editorial Caniche para generar un libro-objeto, que Mora acepta al parecerle muy sugerente y con la que otorga una segunda vida a todos estos textos olvidados. De esta manera, el joven pintor los interviene con pintura atrapando sus contenidos y obligando a algunos de ellos a estar junto a otros de manera forzada, envolviendo sus mensajes y encapsulándolos para siempre.

El resultado son veinte obras únicas en las que la pintura, que retuerce las páginas de los volúmenes, a los que dota de nueva forma, no funciona como imagen sino como materia que cubre y encierra. Mora explica que el proceso de elaboración es lento y dilatado en el tiempo, ya que son las diferentes capas de pigmento las que determinan el grosor de las piezas e imposibilitan que sus páginas se vuelvan a abrir más. De forma que estos van ganando volumen al ser sumergidos en cubos de pintura de diferentes colores, siendo necesario esperar a que esta se solidifique antes de continuar el ritual.

Una de las piezas de "Obras completas" de Guillermo Mora
Una de las piezas de «Obras completas» de Guillermo Mora

Confiesa el artista que su referente está en el «Fahrenheit 451» de Truffaut (que a su vez era la adaptación de otro texto básico, el de Ray Bradbury), «en el que los libros eran quemados en pilas en un intento de destruir la cultura. Quizás lo que yo he hecho ahora, para un librero, sea un sacrilegio, otra forma de destruir un libro; pero lo que a mí me interesa de ellos es su estructura como objeto, o su título o la infrmación que aporta su cubierta, para darle una nueva lectura».

La propuesta, con sus 20 obras únicas, protéicas, con intimidatoria presencia, es vista por Mora como una posible nueva vía que se abre en su trabajo. Y lo que más destaca de ella es su parte azarosa: «En ocasiones, la pintura invade el papel y hay algo que se escapa de la idea inicial y de mi control, como si el libro cobrara autonomía. Las páginas se doblan, y la pintura las transforma en un nuevo ente».

Catálogos de exposiciones y de ferias; textos de Hans Ulrich Obrist, de Goethe, de Panero; en español, italiano o inglés, asoman ahora tímidamente por los resquicios que dejan las densas capas de pintura, en ocasiones craqueladas. «Para mí, lo más importante de todo esto es la nueva lectura que realizo yo mismo de mis propios libros. Todo esto me ha llevado a analizar por qué me desprendo de esos títulos y cómo el arte les otorga una nueva vida –explica el artista–. En ese sentido, el resultado no es tan destructivo. Mi intención es positiva».

El proyecto de Guillermo Mora es la tercera de las iniciativas llevada a cabo por esta joven editorial, que sólo tiene seis meses de andadura; tiempo suficiente para desarrollar interesantes propuestas con MAIO y Taller de Casquería (en esa ocasión, «The Way Things Go», con sus tapas de gotelé, era un proyecto expositivo comisariado por Paula García-Masedo contenido dentro de un libro); y conMateo Navarro (del que han editado su primer poemario, «Ready Made»). Y aunque la presentación de la aportación del madrileño tuvo lugar el pasado jueves 19 de mayo en Madrid, en la Imprenta Municipal de la calle Concepción Jerónima, dieciocho de las piezas propuestas ya estaban reservadas, a un precio cada una de ellas de 1.000 euros. Ya pueden darse prisa, pues, es política de esta firma no realizar «segundas ediciones».

Una de las piezas de "Obras completas" de Guillermo Mora
Una de las piezas de «Obras completas» de Guillermo Mora

Texto publicado en ABC.es el 19 de mayo de 2016