En el estudio de Diana Larrea

Tal día como hoy, Diana Larrea

Una estantería en una buhardilla separa el espacio de trabajo de Diana Larrea del de ocio de su hijo, en su chalet en Paracuellos de Jarama. Allí se ha gestado «Tal día como hoy», una «acción artística on line» por la visibilidad femenina

Diana Larrea en su estudio a las afueras de Madrid (Foto: Guillermo Navarro)

Tal día como hoy, nos presentamos en Paracuellos del Jarama, una pequeña localidad a las afueras de Madrid, cerca de Barajas. De hecho, desde nuestro destino, el estudio-vivienda de Diana Larrea, vemos las pistas del aeródromo, a lo lejos, en una extraña línea de vegetación que acaba en un acantilado. Seis años hace que ella se trasladó hasta aquí, antes de abandonar su domicilio (que también era su taller) en la capital, en la zona de Tirso de Molina: «La primera etapa allí la disfruté mucho, hasta que nació mi hijo. Entonces todo se me hizo muy cuesta arriba. No podía disfrutar de las ventajas de vivir en el centro –pues, con un niño, la capacidad de improvisación no la tienes– y me comía todos los inconvenientes. Pero me gustaría volver, no sé cuando…». Continuar leyendo «En el estudio de Diana Larrea»

«Queridas viejas», el proyecto feminista de María Gimeno

María Gimeno corrige la ausencia de mujeres en los manuales de Historia del Arte con «Queridas viejas» 

Si hay un volumen que ha marcado a generaciones de artistas este es «La Historia del Arte», de Gombrich. Pero en él no hay rastro de mujeres. María Gimeno les devuelve el espacio que se merecen con un proyecto que culmirá en la Trasera de la Complutense

María Gimeno en su estudio de Madrid. Foto Oscar del Pozo

En el mundo del arte, ha habido mujeres a la altura de Leonardo da Vinci (incluso anteriores a su figura), como Hildegarda de Bingen. También creadoras de técnicas (como la del pastel, la cual se lo debemos a Rosa Alba Carriera). Féminas que llegaron a ser en vida mucho más importantes que sus coetáneos masculinos: Elisabetta Sirani, enterrada junto a Guido Reni; o M. L. Élisabeth Vigée Lebrun, que llegó a entrar en la Academia Francesa, tras ser pintora de Corte de Maria Antonieta. Nombres que se nos hacen más cercanos –Louise Bourgeois, Frida Kahlo, Sonia Delaunay, la española Maruja Mallo…–. Pero los grandes manuales de Historia las han obviado. Han borrado sus nombres. Lo que no se escribe –o no se pronuncia– no existe. Sobre todo uno, un libro de referencia: «La Historia del Arte», de Ernst Gombrich, con el que se han formado generaciones y generaciones de artistas y aficionados del arte.  Continuar leyendo ««Queridas viejas», el proyecto feminista de María Gimeno»